No hay obstáculos,
no hay nada que me pueda detener.
Sólo Dios tiene el poder de decir no más;
hasta aquí llegó la historia.
Mientras tanto, en mis manos está,
escribir este capítulo, mirando al futuro.
Siempre estará en mis manos,
siempre seré yo el instrumento.
Hasta que llegue el momento,
de reunirme con mi padre.