Abrí mis alas para alzar el vuelo,
pero el fuerte viento se ensañó conmigo
devolviéndome violentamente al suelo.
Le miré con ojos de desafío,
prometiéndome que caería mil veces,
pero nunca dejaría de volar.
Abrí mis alas para alzar el vuelo,
pero el fuerte viento se ensañó conmigo
devolviéndome violentamente al suelo.
Le miré con ojos de desafío,
prometiéndome que caería mil veces,
pero nunca dejaría de volar.